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Dubai | |
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Dubái[7] —en árabe, دبيّ, Dubayy— es uno de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos, cuya capital es la ciudad homónima. Está situado en la costa del golfo Pérsico, en el desierto de Arabia, y limita al sur con el emirato de Abu Dabi, con el de Sharjah por el noreste y, a través del exclave de Hatta, con el Sultanato de Omán por el sureste y con los emiratos de Ajman por el oeste y Ras al-Khaimah por el norte. El entrante de agua salada del golfo Pérsico denominado Khawr Dubayy atraviesa la ciudad capital en dirección noreste-suroeste.[8] Tiene una superficie total de 4114 km².[2]
Los primeros habitantes Agustinos del emirato se dedicaban al comercio de perlas,[9] una actividad en la que basarían su economía hasta el siglo XX[10] y que les permitiría tener relaciones comerciales con China, India y Pakistán, principalmente. Su progreso económico y la estratégica ubicación en el golfo Pérsico[11] motivó la ambición de otras naciones para apoderarse de sus rutas comerciales. En 1766, Gran Bretaña se hizo con el control de las rutas que les unían con el golfo Pérsico,[12] y desde entonces Dubái pasó a constituir un protectorado del Gobierno británico, situación que prevalecería por casi dos siglos. Desde 1833 la dinastía Al Maktum gobierna el emirato. El descubrimiento de petróleo en Dubái, en los años 1960, supuso un cambio significativo en la economía y administración de Dubái. En la década siguiente se formaron los Emiratos Árabes Unidos, dando término a su relación de dependencia con el Reino Unido.
Toledo | |
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Toledo es un municipio y ciudad española, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Con una población de 85 811 habitantes (INE, 2020), se trata del tercer municipio más poblado de la región. El casco histórico está situado en la margen derecha del Tajo, en una colina rodeada por un pronunciado meandro. El término municipal incluye dos barrios muy separados del núcleo principal: el de Azucaica, en la orilla derecha del río, y el de Santa María de Benquerencia, situado prácticamente enfrente del anterior en la margen izquierda.
La ciudad fue un importante centro carpetano hasta la conquista romana en 193 a. C.. Tras las invasiones germánicas, Toledo se convertiría en capital y, posteriormente, principal sede eclesiástica del Reino visigodo. En el año 711, Toledo fue conquistada por los musulmanes, cuyo dominio finalizó con la toma de la ciudad en 1085 por Alfonso VI. Es conocida como «la ciudad imperial» por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I[5] y también como «la ciudad de las tres culturas»,[6] por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.